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jueves, 29 de junio de 2017

Paisaje animado de ríos (124) Al final tres deseos - Günter Grass



Ven, baila conmigo mientras aún aliente
y exista de suelas arriba.
Lo que de cambiar el paso he aprendido desde mi infancia
me sigue siendo conocido, como la palma de la mano,
pero a menudo, en la pantorrilla izquierda siento un golpeteo,
un dolor que se me va cuando estoy quieto.
Te pido pues una pausa de tolerancia
hasta que esté ágil para la otra danza.

Ven, acuéstate conmigo, mientras esté erecto lo que más me importa
y se dé importancia, como si estuviera puesto a prueba,
algo que en todo el mundo funciona según estadísticas:
cerca del círculo polar, en el desierto de Gobi incluso los ancianos
hacen el coito antes de expirar
y buscan el placer a cualquier precio.
Comprende, pues, la paciencia es un apoyo
antes de que él -te extrañas- llegue al hoyo.

Ven, mírame: a ver si sé hacer el pino
y al verlas al revés reconozco las cosas,
igual que antes siempre mirando desde arriba, como una jirafa,
y desde abajo, de través, como gusano humano,
todo cuadraba para mí: lo que impedía ser feliz
y qué era primero en el mundo: el huevo o la gallina.

Haciendo el pino, pues, en esta posición
-compréndelo- parezco un signo de interrogación.

Ven pues, acuéstate, baila, pásmate y mira
de qué soy yo aún capaz con humor y sin ira.

domingo, 18 de junio de 2017

Paisaje animado de mar (53) Ahora en este encuentro - Enrique Gracia Trinidad



Cuando la fiesta del señor se acaba
y empieza la del siervo...
-quizá tan solo un niño sueña con el mar-
cuando ya desoladas las botellas ofrecen lo que no pudo
entrar en las frágiles copas...

Ahora es cuando entro en la partida, ahora
es cuando juego mi baza
y abro mi camisa.
Ahora,
cuando la noche vino a encamar al hombre del smoking
y la señora del collar y el traje supercaro
es una prostituta,
ahora que las acciones duermen en la banca
y el sereno es un búho taciturno.

Vedme bajar del humo de un cigarro o del perfume
de un frasco Made in France que se ha quedado
abierto en la consola.

Soy un nocturno pájaro sin sueño, me poso en el alero
de las torres, descubro vuestra noche,
hago de voceador, me infiltro en vuestro lecho
y voy dejando negras pesadillas en los párpados,
en los labios que alguna vez besaron,
que alguna vez besaron...
Desde las chimeneas sé lo que os ocurre,
desde los altos techos de técnica y lujuria
descubro a las parejas que se aman,
y a los que no saben qué van a comer cuando despierten.
Mi carcajada y mi llanto dibujan escalofríos
en todos los pijamas.

Pienso en mi amor dormido hace algún tiempo,
y en amplios butacones donde vivir no es ningún milagro.
Cuando viene la luz arrojo este cansancio
y enciendo un cigarrillo por el mundo.
Alguien me pide fuego y os puedo asegurar que no lo entiendo.

viernes, 16 de junio de 2017

Paisaje animado de lluvia (86) Alguna noche - Jose Agustin Goytisolo



Alguna noche -las fogatas eran
de dolor o de júbilo-
la casa te veía desertar.

Te abrías a una vida
distinta, a un mundo
alegre como los ojos de un dios:
voces mayores, fuegos de artificio,
inacabable noche de San Juan
en tu estancia vacía...

El tiempo se agrandaba en los rincones,
se detenía en torno al corazón,
mientras el estruendo proseguía,
lejos, lejos, quién sabe si real.

Después, todo más claro:
los sonidos pequeños, el crujido de un mueble
la lluvia en el desván.

Nueva vida a las cosas, el alba aparecía,
y tú llegabas, amorosamente.

miércoles, 14 de junio de 2017

Paisaje animado de cascada (80) Ángela - Remy de Gourmont



Ángela que mirabas a lo azul y sonreías:
Ángela que viste en el cielo una escala:
una larga escala roja por sonde subían
cadenciosas doncellas,
altas muchachas, bellas, vestidas de blanco;
Ángela en cuyo regazo
anidaba una aldehuela de palomas;
Ángela que ascendiste por la escala
de nieve y de coral:
Ángela que viajaste directamente al cielo
cuando volvías de Jerusalén;
y que tenías el poder de apaciguar la tempestad
con el solo ademán de tus manos:
Ángela, asomada al barandal del cielo:
¡calma las tempestades de nuestro corazón!

martes, 13 de junio de 2017

Paisaje animado de ríos (123) Agua, no huyas de la sed, detente - Jose Gorostiza



¡Agua, no huyas de la sed, detente!
Detente, oh claro insomnio, en la llanura
de este sueño sin párpados que apura
el idioma febril de la corriente.

No el tierno simulacro que te miente,
entre rumores, viva; no madura,
ama la sed esa tensión de hondura
con que saltó tu flecha de la fuente.

Detén, agua, tu prisa, porque en tanto
te ciegue el ojo y te estrangule el canto,
dictar debieras a la muerte zonas;

que por tu propia muerte concebida,
sólo me das la piel endurecida
¡oh movimiento!, sierpe que abandonas.

domingo, 11 de junio de 2017

Paisaje animado de cascada (79) A veces una hoja desprendida - Enrique Gonzalez Martinez



A veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las ninfas que pasan un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.

Vuelven a mí medrosos y lejanos
suaves deliquios, éxtasis supremos;
aquella estrella y yo nos conocemos,
ese árbol, esa flor son mis hermanos.

En el abismo del dolor penetra
mi espíritu, bucea, va hasta el fondo,
y es como un libro misterioso y hondo
en que puedo leer letra por letra.

Un ambiente sutil un aura triste
hacen correr mi silencioso llanto,
y soy como una nota de ese canto
doloroso de todo lo que existe.

Me cercan en bandada los delirios...
¿Es alucinación..., locura acaso?
Me saludan las nubes a su paso
y me besan las almas de los lirios.

¡Divina comunión!... Por un instante
son mis sentidos de agudeza rara...
Ya sé lo que murmuras, fuente clara;
ya sé lo que me dices, brisa errante.

De todo me liberto y me desligo
a vivir nueva vida, de tal modo,
que yo no sé si me difundo en todo
o todo me penetra y va conmigo.

Mas todo huye de mí y el alma vuela
con torpes alas por un aura fría,
en una inconsolable lejanía,
por una soledad que espanta y hiela.

Por eso en mis ahogos de tristeza,
mientras duermen en calma mis sentidos,
tendiendo a tus palabras mis oídos
tiemblo a cada rumor, naturaleza;

y a veces una hoja desprendida
de lo alto de los árboles, un lloro
de las linfas que pasan, un sonoro
trino de ruiseñor, turban mi vida.

sábado, 10 de junio de 2017

Paisaje animado de lluvia (84)Acepto que belleza es la fulguración - Juan Antonio Gonzales



Acepto que belleza es la fulguración
natural de las cosas naturales.
Me digo que tus dientes mostrados en sonrisa
son eso. Que tus ojos me dan tanta dulzura
porque cumplen remotas instrucciones gen éticas.
Que tu cuerpo de hombre con mi cuerpo de hombre
construyen un lugar necesario en el mundo.
Que nada extraordinario hay en dos que se aman.
Pero, cuando te abrazo una noche tras otra
y me encuentro tu pulso a oscuras en cualquiera
de los puntos que laten en tu cuerpo dormido,
cruza por mi cerebro la palabra milagro.

viernes, 9 de junio de 2017

Paisaje animado de ríos (122) De "Ausencia" - Carmen Gonzalez Huguer



1. Aire sólo, fervor que callo y digo...
2. Hay esta piel por tanto beso herida...
3. ¿Qué va a saber el sol del día triste?
4. Es aire, sólo el aire, quien te besa...
5. Siembre tu corazón en labio ajeno...
6. En ti afirma la carne su porfía...
7. Explora mis panales, mi recinto...
8. Me devora la boca que me besa...
9. El espejismo me llamaba en vano...
10. Amor, eres lo único que tengo...
11. Humo toqué: ceniza, viva llama...
12. Herida fui en el gozo, en el olvido...
13. No me mueve, mi amor, para quererte...
14. Construyo esta apretada geometría...

miércoles, 7 de junio de 2017

sábado, 3 de junio de 2017

Paisaje animado de mar (52) A mano amada - Ángel Gonzalez



A mano amada,
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;

allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,

los recuerdos me asaltan.

Unos empuñan tu mirada verde,
otros
apoyan en mi espalda
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
me reclaman.

Reconozco los rostros.
No hurto el cuerpo.

Cierro los ojos para ver
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
la memoria.