Si ya no vienes, ¿para qué te aguardo?
Y si te aguardo, di por qué no vienes,
Verde y lozana zarza que mantienes
Sin consumirte el fuego donde ardo.
Cuánto tardas, amor, y cuánto tardo
En rescindir los extinguidos bienes.
Ya quién me salve no lo sé, ni quienes
Clavan el alma dardo sobre dardo.
A la mañana, que se vuelve oscura,
Sigue la noche, que se vuelve clara
A solas con tu sed, que hiere y cura.
No quisiera pensar si no pensara
Que, privado que fui de tu hermosura,
Me olvidara de mí si te olvidara.
Otros blogs que te pueden interesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario